Un rumor de rumores (escuchar con auriculares y volumen medio)
Pedro Montesinos.- perete.montesinos@gmail.com
Ficha Técnica: 28/08/2016. 19:30h.
Loc. (log/lat): 27.749467/ -17.924411
Alt.: 65-70m, Temp.: 22-24 ºC. Orient.: Este
Equipo: Zoom H4n / Rode NT55 / Rycote miniball
Comentario a la grabación
La visita a la casa de Julius y Stella la planificamos dos días antes, cuando nos conocimos personalmente en la Playa de Timijiraque, y hasta allí me llevé el equipo completo de grabación y el ordenador para poder mostrarles mis trabajos. En un cordial y amigable ambiente me acogieron una tarde en la que tuvimos tiempo de conversar sobre lo que cada uno hacemos pero también de escuchar algunos ejemplos. Después aproveché para sumergirme en la calma y la tranquilidad que dominan aquel paraje, austero y agitado, volcado sobre un océano inacabable y expuesto, sin remedio, a los Alisios.
Comentario a la grabación
La visita a la casa de Julius y Stella la planificamos dos días antes, cuando nos conocimos personalmente en la Playa de Timijiraque, y hasta allí me llevé el equipo completo de grabación y el ordenador para poder mostrarles mis trabajos. En un cordial y amigable ambiente me acogieron una tarde en la que tuvimos tiempo de conversar sobre lo que cada uno hacemos pero también de escuchar algunos ejemplos. Después aproveché para sumergirme en la calma y la tranquilidad que dominan aquel paraje, austero y agitado, volcado sobre un océano inacabable y expuesto, sin remedio, a los Alisios.
(00:00): Un suave tañido del cencerro, seguramente, de alguna cabra que pasta en las inmediaciones de la casa de Jullius y Stella, irrumpe con poca fuerza sobre el rumor que hasta aquí llega del mar que choca con las rocas a unos centenares de metros.
Las cabras, que habitualmente pastan por esta zona, parecen despertar a los perros que viven en las pocas casas que hay en este lugar. Unos y otros lanzan sus avisos, sus llamadas, sus advertencias; con sus diferentes voces, tonos e intensidades
En esta posición, a la parte interior de una de las terrazas de la casa, prácticamente no se distinguen las olas de las contraolas y simplemente se percibe un rumor continuo empastado por el suave viento que acaricia las rocas, la vegetación, pero también los muros, techos, ventanas o cualquier elemento u objeto que sobresalga y que sea susceptible de generar las vibraciones que van generando los innumerables matices que amasa y zarandea la brisa oceánica.
Casi como si de un drone natural se tratase, el rumor suave pero compacto, constante y con ligeras variaciones da una impresión extraña como si el tiempo no pasara y no dejase de pasar...
Pocos sonidos sobresalen de este rumor ventoso y monótono y es difícil escuchar algo en estas condiciones. Sin embargo, los tañidos de los cencerros persisten enmascarados y difuminados recorriendo cada palmo de terreno. En ocasiones, cuando el viento afloja, o tras algún movimiento brusco de algún ejemplar, resurgen en la distancia.
En esta situación es fácil adentrarse en los propios pensamientos, concentrarse en el trabajo o dejarse llevar por las impresiones que se van generando en un proceso creativo, como el que desarrollan Julius y Stella.
(07:10) Opto por aproximar los micros al límite de la terraza... el rumor del mar gana en su pulso con el viento y, aunque de manera sutil muestra una mayor definición… Sigue produciendo un drone compacto y continuo pero más rico y preciso, lo que permite zambullirse en este perenne rumor de rumores.
(09:20) Un motor distante parece aproximarse… puede ser un coche. O no...
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Twitter: @pemonblas
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