Tigaday es uno de los núcleos que conforman el municipio de Frontera y se llega desde Valverde, la Capital de El Hierro, siguiendo la Hi-5 que cruza Mocanal, baja por el túnel y se adentra en el Golfo, hacia Los Mocanes, ya denominada calle de Las Lajas, por el paseo de Frontera, donde se llama calle La Corredera hasta que desemboca, ya en Tigaday, en la calle Congreso pocos metros antes de su denominación Calle Tigaday. Esa es una zona central de la actividad de los vecinos y casi todas las fiestas (Carneros incluidos) se celebran en este tramo de calle que aúna su condición de área comercial y social. La calle continúa, con la denominación Cruz Alta, antes de volver a ser La Corredera y morir en la Hi-50.Paseo 1 (Escuchar con auriculares y volumen medio)
Pedro Montesinos: perete.montesinos@gmail.com
Paseo 2 (Escuchar con auriculares y volumen medio)
Pedro Montesinos: perete.montesinos@gmail.com
No hace falta que sean fiestas, ni que sea periodo vacacional para dar un paseo, a media mañana, por la calle Tigaday (en Tigaday) y escuchar los sonidos más cotidianos y despreocupados con los que cualquier vecino de estas calles convive a diario. No hace falta, pero cuando coinciden esas circunstancias… las chancletas, las conversaciones a la puerta del bar o del supermercado, los golpes de pico, el trasiego permanente de maquinaria, camiones, furgonetas, coches, motos o el trabajo de la lavandería pueden camuflar el fino siseo del fleco plástico que engalana las principales calles del núcleo urbano estos días.
Ficha técnica: 22/08/2014. 11:30 h.
Coord.(lat/long):salida:27.75208/-18.01373
final: 27.75298/-18.01748 Alt: 260m.
Temp: 24-26ºC Equipo:Zoom NH4Paseo 1
El paseo lo inicié en la acera del lado del mar, hacia arriba, en dirección a Tigaday, envuelto por una música casi irreconocible, acelerones de los motores de los vehículos que pasan o voces distantes. Unos pasos enchanclados, cortos pero ágiles, recorren la acera unos metros por delante de mí hasta que se ahogan entre voces, coches...
(00:30) La conversación entre una dependienta y su clienta se entremezcla con los tintineos de vasos y cucharillas que llegan desde el café contiguo… más coches...
(01:05) Allí varios clientes, tanto dentro como en la pequeña terraza del local, mantienen sus conversaciones cotidianas envueltos en el ritmo de una canción que, aatrapada por el local, se dispersa conforme me alejo...
La presencia de vehículos es casi constante (a veces más lejos, a veces más cerca, unas veces el motor, otras un claxon, una puerta que se abre o se cierra...), aunque en ocasiones se producen unos espacios en los que sí se puede escuchar el entorno.
(02:08) Una sutil voz de un pájaro se intuye en la distancia cuando un claxon irrumpe con su advertencia autorreferencial... vuelve el sutil canto que parece conversar con otro claxon, éste más alejado...
A aparecen, a cierta distancia, los golpes dispersos de un pico… Poco después, se repiten y se van repitiendo series irregulares que alterna unos silencios que casi siempre ocupan los vehículos que pasan...
(03:44) Un coche para junto a mí... el golpe del cierre de la puerta de otro vehículo que está estacionado, me sobresalta…
Me voy acercando a los trabajadores del pico y los golpes se hacen más evidentes a pesar del constante paso de los coches… No van muy rápido, todo lo contrario, porque es una zona muy concurrida y los coches no pueden ir deprisa pero el ruido de los motores resulta bastante invasivo…
(04:10) Entre los pasos de las personas que caminan junto a mí o me cruzo, se escuchan los ladridos de más de un perro que parecen saludarse… o pelearse
(04:55). Flanqueados por los golpes, y los coches, varias voces de aves canturrean podrían ser periquitos, cotorras, o loros porque los graznidos que lanzan, muy posiblemente desde sus respectivas jaulas, aún siendo diferentes, no hacen pensar en trinos musicales precisamente.
(05:10) El traqueteo metálico y complejo que producen las numerosas varillas que conforman un carro de la compra, de los de supermercado, va aproximándose… y llega a ensombrecer los golpes de pico hasta hacerlos casi desaparecer.
(05:32) Sube por una rampa y se pierde en el rugido de un coche…
(05:56) El pitido de una caja registradora, el ruido de bolsas, las conversaciones (de dentro y de fuera) se entremezclan con el paso de otro coche... Estamos a la altura del supermercado.
(06:21) Vuelve el ruido de carro… que debe de ser otro.... Cuando llega a mi altura pisa, en una sucesión casi continua de las ruedas de delante y las de detrás, la tapa metálica de las instalaciones (alcantarillado, iluminación o cualquier otro servicio). Ese sonido debe de ser muy familiar para los vecinos de este tramo de la calle.
(07:20) Entre conversaciones, más o menos serias, pasa otro vehículo pesado…
(07:30) Otro coche se acerca y aparca: el chirrido del freno y el golpe del freno de mano me alcanzan mientras me alejo de la zona del supermercado.
Un sutil traqueteo entremezclado con suaves fricciones irregulares se aproxima… Hasta que (08:08) Un suspiro, entre aliviado y fatigado por el esfuerzo para llegar hasta aquí empujando posiblemente un carro de un bebé, indica que estamos en la zona más alta de la calle.
(08:15) Se acerca una motocicleta y para a mi lado…
(08:45) Una conversación telefónica ocupa a un viandante…(09:09) enmascarada momentáneamente por el paso de una máquina pesada, seguida de otro coche… lo que no impide que el viandante siga dándole información a su interlocutor y, puede que sin darse cuenta del todo, a todos los que pasamos junto a él.
(09:59) Una línea de bajo, saturado y contundente, del tema musical que, confinado en el vehículo, escucha un conductor, irrumpe y se repite brevemente, pero al alejarse se disipa sin más…
(10:30) Dos vehículos pesados más pasan junto a mi. Al alejarse, un sutil torrente de botellas de vidrio, se percibe a los lejos...
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Ficha técnica: 22/08/2014. 11:30 h.
Coord.(lat/long):salida:27.75208/-18.01373 final: 27.75298/-18.01748 Alt: 260m.
Temp: 24-26ºC Equipo:Zoom NH4
La segunda parte del paseo se produce en una zona más tranquila, donde no deja de haber gente, y el bullicio se torna calma, laboriosidad o contemplación. Los vehículos siguen pasando, parando y arrancando con sus rugidos y rumores pero cuando sus estelas se disipan los sonidos más sutiles y alejados van colándose con sus fugaces rastros o sus ininteligibles rumores.
(00:00) En un pequeño entrante tengo la opción de distanciarme de la concurrida circulación en una zona de mayor sosiego, lo que me permite escuchar el tímido siseo chispeante de los flecos que decoran las calles
(00:16) Pero el ruido de un vehículos al pasar se cuelan por el estrecho pasillo y llegan hasta aquí… A alejarse el rumor que le acompaña abre el campo de escucha a la vez que devuelve el casi silencio… el siseo casi inaudible del fleco plástico se mezcla .
(00: Escucho la voz como de un locutor de radio, pero un vehículo la ahoga.
(01:40) Otro arranca cerca, pero antes de que se mueva pasa otro más... Al perderse el rastro, vuelvo a escuchar la radio de una de las viviendas próximas…
Camino lentamente por la acera, tanto que a veces prefiero pararme unos instantes para tratar de escuchar más lejos... unos pasos, alguna voz lejana… el granulado siseo del fleco… uno tintineo de vasos... y como casi siempre… (03:23) un coche pasa...
(03:29) Un grupo de tres personas se acerca, pisan una tapa metálica y se cruzan conmigo mientras conversan …
(03:43) El tintineo de los platos y tazas delatan la presencia de un bar… pasa otro coche... varias personas conversan… parece que también dentro del bar hay clientela...
(04:22) Mientras me alejo, puedo escuchar los golpes, contundentes y fugaces, que se dan en todos los bares para sacar el marrón de los filtros de la cafetera...
(04:44) Otro grupo de personas… entremezcla sus voces...
(05:55) Un vehículo se acerca, llega a mi altura y se para… Se abre la puerta y sale el conductor… (06:15) cierra la puerta y se va...
(06:20) Tras el golpe se pueden percibir muy suavemente el agitado siseo del fleco de plástico con el que se adornan las calles en los días festivos…
Sigo mi camino lentamente, a la altura del último edificio que hay en la calle me detengo unos instantes curioso por escuchar los sonidos que salen de un comerdcio. El zumbido grave y continuo de alguna máquina de lavado o secado envuelve el espacio que únicamente se ve alterado por lo que parece una tijera (concretamente el que se produce en el encuentro entre las dos partes de este objeto). No parece que corte de manera continua sino algún simple hilillo, aquí y allí, mientras se escucha la fricción de la prenda con la mesa de trabajo y de la mano de la empleada al eliminar algún hilo suelto o al tratar de evitar que se hagan arrugas... Decido quedarme unos segundos más escuchando.
(07:25) Un vehículo se aproxima con la música en marcha… pero pronto se aleja y se pierde
(07:48) Me alejo de la puerta… y me coloco a un lado de la puerta para seguir escuchando.
(08:13) El granulado y chispeante siseo agitado por las suaves rachas de viento se hace protagonista... Únicamente algún rumor lejano... alguna voz distante, algún coche… ensombrecen su discreta pero significativa presencia.
(08:55) Vuelve el siseo del fleco plástico a recordarnos de manera casi inadvertida que son días de fiestas... aunque pueda no parecer.
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